Desde agosto de 2020 a agosto de 2021, el coste del combustible ha experimentado un ascenso en el precio de un 25%, lo cual, supone para un vehículo articulado de 40 Tn de MMA de ruta nacional o internacional, un sobrecoste al mes de cerca de 1.000 euros, según las estimaciones de la organización.
El alza vertiginosa del combustible se suma a diversos factores que vienen complicando la supervivencia de muchas compañías: la caída del trabajo en algunos subsectores del transporte por la pandemia, el alza del coste de los seguros, de los costes bancarios y financieros, o la falta de conductores profesionales, de aparcamientos y servicios logísticos para el desarrollo efectivo de la actividad. “Se está llegando a unos límites en que la situación puede volverse insostenible.”
Fegatramer considera que lo peor de todo es que ante esta situación, ya vivida en otras ocasiones, las distintas administraciones y gobiernos “hablan poco o nada del transporte de mercancías por carretera”. Y lanza una advertencia: “las empresas de transporte público de mercancías españolas pueden empezar a cerrar en los próximos meses, si no se toman medidas serias y efectivas.”