Por unanimidad, desde la UOTC han manifestado su deseo de que España mantenga las mismas medidas que Alemania “de forma firme, e inflexible”, en aras a la sostenibilidad, en cuanto a la altura máxima de 4m., y recuerdan que la regulación europea de pesos y dimensiones tiene como límite de masa máxima para los transportes transfronterizos las 40 toneladas.
Situarían al ferrocarril en una posición peor
En palabras de su reelegido presidente, Antonio Pérez Millán, que también es tesorero de la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC) y miembro del Comité de Presidencia, y consejero en el Consejo Nacional de Transportes Terrestres, donde coordina la Comisión de Intermodalidad: “España compite en Europa con otros países y las normas deberían ser europeas, igualmente aplicables a todos los países. España es el segundo país europeo, detrás de Polonia, en el tráfico internacional europeo y no debería tener para transporte doméstico unas condiciones distintas a las de Alemania y otros países europeos”.
“Una altura de 4,5 m., en tráfico doméstico, impediría, por el gálibo de los túneles, el desarrollo incipiente de las autopistas ferroviarias. Sería un error trágico por parte de la nueva ministra Raquel Sánchez Jiménez acceder a estos cambios en masas y dimensiones para el transporte por carretera, que situarían al ferrocarril en una posición, aún peor que la actual, en detrimento del objetivo de conseguir una mayor cuota de transporte para el transporte intermodal”, agregó Pérez Millán.
Igualmente, los miembros de la UOTC mostraron su profunda preocupación por la evolución de las concesiones de las terminales ferroviarias de mercancías, por lo que, urgentemente se ha solicitado una reunión a los responsables de CNMC, que deben velar por mejorar las condiciones de libre concurrencia y competencia perfecta.