La propuesta se basa en las conclusiones de un grupo de expertos que analizó la posibilidad de extender los principales ejes de transporte transeuropeo a las regiones y países vecinos de la UE. Los expertos calcularon en 45 millones de euros el presupuesto necesario para poner en marcha estos proyectos, «de los que 35 millones deberían desembolsarse desde ahora y hasta 2020», explicó en rueda de prensa el portavoz de Transportes de la CE, Michele Cercone.
El primero de los cuales lo formarían las autopistas marítimas que unen el mar Báltico y el de Barents con el océano Atlántico, el mar Mediterráneo, el mar Negro y el Caspio (estos dos al este).Un segundo y tercer eje cubrirían las zonas suroccidental y suroriental de la UE.
Un «eje central» uniría la UE con Ucrania y el mar Negro y el Caspio y contaría con una conexión directa entre ese país y la región transiberiana, así como otra por navegación interior hacia el Báltico.
De forma paralela a la propuesta de los citados ejes, la CE pondrá en marcha una serie de medidas para que el transporte en esas zonas «sea más rápido, más eficaz y disminuya las demoras».
El portavoz afirmó que «está claro que la mayor parte de este dinero deberá salir de los presupuestos nacionales» de los Estados miembros que se impliquen en la puesta en marcha de estos proyectos.
No obstante, recordó que Bruselas, «aunque limitada», podrá hacer su aportación y actuar como palanca gracias a la colaboración con tres instituciones financieras internacionales como son el Banco Europeo de Inversión (BEI), el Banco Europeo para la Construcción y el Desarrollo y el Banco Mundial.