Esta nueva norma nace para facilitar la progresiva adecuación de la economía española a las exigencias que regulan la acción climática. Sus objetivos finales son: la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la generalización de las energías renovables y una mayor eficiencia en el uso de la energía.
En el apartado relativo a ahorro energético, el Anteproyecto de Ley que fue sometido a consulta contemplaba un conjunto de medidas de uso más eficiente de los medios de transporte, entre las que se encontraba el controvertido aumento a partir de 2021 del tonelaje de los camiones pasando de las actuales 40 toneladas de masa máxima permitida a las 44 toneladas, esto es, un 15% más de capacidad de transporte en la actual flota de transporte, lo que posibilitaría “un aumento de la carga media de dichos vehículos y la consiguiente reducción del número de vehículos por kilómetro y consumo para una misma masa transportada”, según se recogía en el Plan Nacional de Energía y Clima que acompaña al Anteproyecto de Ley.
[¿Por qué ahora las 44 toneladas pueden esperar?]
Desde Fenadismer confían en que dicha medida no será incluida en el Anteproyecto de Ley que finalmente apruebe por el Gobierno. “Es innecesaria en la actual situación de exceso de flota que vive nuestro país como consecuencia de la crisis económica, y agravaría la situación de sobredimensionamiento del sector.”, advierten.
No ha supuesto mejora económica alguna para el transportista
Además FENADISMER recuerda que la implantación de dicha medida en los pocos países europeos que la tienen en vigor (sólo 8 de los 27 Estados miembros de la UE) no ha supuesto mejora económica alguna para el transportista, ni para el sector en su conjunto. Prueba de ello fue la experiencia piloto puesta en marcha hace 7 años en Cataluña implantando las 44 toneladas a nivel autonómico, cuyo resultado para los transportistas no resultó beneficioso, lo que motivó su derogación tras tan sólo 21 meses en vigor.