Los responsables de UGT consideran que es necesario “denunciar la intransigencia" de las patronales Transcalit y Uno, a las que acusa de demorar las negociaciones escudándose primero en la reforma laboral y posteriormente con litigios contra los empleados.
Desde el sindicato aseguran que el objetivo de las dos patronales es “desregular las condiciones laborales de los 15.000 trabajadores, a los que se pretende chantajear para que a cambio de la actualización de los salarios, congelados desde el comienzo de la crisis, acepten la jornada laboral ordinaria de lunes a domingo”.
Por su parte, la Federación Catalana de Transportes de Barcelona (TRANSCALIT) reconoce que las posiciones están “alejadas” y destaca que las formas de entender el proceso de negociación son “muy diferentes”.