Este vehículo del fabricante sueco está destinado a utilizarse para operaciones habituales y repetitivas caracterizadas por distancias relativamente cortas, grandes volúmenes de mercancías y una alta precisión de entrega. Las operaciones de transporte entre centros logísticos constituyen ejemplos típicos, pero la solución también podría aplicarse a otros usos diferentes.
Así funcionan
Las operaciones se llevan a cabo con vehículos eléctricos autónomos conectados a un servicio en la nube y un centro de control de transporte. Los vehículos están equipados con sofisticados sistemas para la conducción autónoma. Están diseñados para localizar su posición actual con una precisión de centímetros, controlar las operaciones con detalle, analizar qué está ocurriendo con los demás usuarios de la carretera y responder con gran exactitud.
El centro de control de transporte supervisa constantemente el progreso de las operaciones y lleva un control preciso de la posición de cada vehículo, la carga de las baterías, el contenido de la carga, los requisitos del servicio y otra serie de parámetros.
Cubrir la demanda creciente de un modo sostenible
“Aún no hemos visto todo el potencial del sector del transporte. Todo parece indicar que la necesidad global de transporte seguirá aumentando de forma significativa durante la próxima década. Si queremos cubrir esta demanda de un modo sostenible y eficaz, debemos encontrar nuevas soluciones. Para garantizar un sistema de flujo de mercancías que funcione a la perfección, también necesitamos aprovechar la infraestructura ya existente mejor de lo que lo hacemos actualmente. El sistema de transporte que estamos desarrollando puede ser un complemento importante para las soluciones actuales y puede ayudar a encarar muchos de los desafíos a los que se enfrentan la sociedad, la industria y las empresas de transporte”, explica Claes Nilsson, Presidente de Volvo Trucks.