El sector del transporte de mercancías por carretera español, tras años de recesión económica, parece haber cogido velocidad de crucero. Una mejoría de la actividad que también experimentó la Bolsa de Cargas de Wtransnet en 2017, donde se ofertaron 3.816.009 cargas únicas en España, suponiendo un incremento de la actividad del 40% respecto al 2016.
La línea de crecimiento ascendente parece haber tenido continuidad en el primer trimestre de 2018, durante el cual, a nivel global, se han ofertado un 15% más de cargas que en el mismo periodo en 2017.
Durante el primer trimestre del año las ofertas de cargas de la bolsa de Wtransnet con origen o destino España se repartieron en un 58% para el transporte nacional mientras que el 42% restante fue para rutas internacionales.
Si hablamos de exportación, el transporte español vivió durante el primer trimestre del 2018 su particular agosto con un incremento medio de la actividad del 36%. Los números non igualmente alentadores si nos fijamos en las cargas que llegan a nuestro país.
Sin salir de nuestras fronteras y observando los tráficos interprovinciales, nos encontramos con un crecimiento de las ofertas de cargas con origen y destino España del 16%, en un mercado maduro que pese a ello sigue generando año tras año una mayor actividad.
Jaume Esteve (CEO de Wtransnet)
EL GRAN RETO DEL TRANSPORTE ESPAÑOL
A pesar de la recuperación de la actividad, el transporte de mercancías por carretera tiene ahora que enfrentarse a grandes retos. La modificación del código penal sobre la responsabilidad de las sociedades y personas jurídicas (Compliance) ha aflorado la sensibilización de las empresas por ejercer un mayor control sobre sus proveedores en materia de documentación.
Un escenario que trasladado al transporte se complica ante la dificultad de homologar a un alto número de colaboradores y la falta de estandarización de requerimientos por parte de la industria.
Muchas veces, la inmediatez necesaria en los procesos se ve truncada por protocolos de seguridad estrictos, multiplicidad de plataformas y cantidad de documentación. La situación se agrava en el mercado spot, donde la flexibilidad es imprescindible. Las empresas que han hecho el paso de homologar su flota y la de sus proveedores habituales, se encuentran que, ante colaboraciones esporádicas, tienen que aflojar las exigencias para dar una respuesta ágil a su cliente.
Nos encontramos ante un reto en el que la tecnología jugará un papel decisivo para aportar soluciones, no en vano, amén del respaldo de la Administración y la estandarización de procesos, es necesario crear un transporte hiperconectado que ponga fin a la duplicidad de información y a la multiplicidad de plataformas. Un transporte, en consecuencia, más eficiente.
Difícilmente una sola plataforma pueda cubrir todas las necesidades. De ahí que, a corto plazo, la solución más óptima pase por integrar la homologación en los ERP a través de la interconexión entre plataformas.
