Así, el cliente puede emplear diversos parámetros para ajustar el uso de la tarjeta de servicio a sus necesidades individuales. En el portal de clientes online podrá señalar, por ejemplo, cuántas transacciones al día se deben permitir, el importe máximo de una transacción, y en qué horario y en qué países se puede emplear la tarjeta.
El consumo actual del marco de disponibilidad se representa gráficamente. Cuando se acaba el marco de disponibilidad, el cliente de UTA recibirá una notificación por correo electrónico. Todos los ajustes se pueden aplicar a una sola tarjeta o a varias a la vez.
“Con estas ampliaciones respondemos a los deseos de nuestros clientes, de más flexibilidad e individualización” explica Volker Huber, CEO de UTA. “La flexibilidad de la autoadministración contribuye en gran medida a aumentar la seguridad de la tarjeta de repostaje y a limitar el riesgo”, afirma.
Otros mecanismos de protección se mantienen, como la introducción del código PIN, el control de transacciones, las notificaciones de aviso en caso de actividad no habitual y el bloqueo inmediato de la tarjeta con las primeras señales de un intento de fraude.
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