Las posibilidades de reducir costes mediante una mayor eficacia han desaparecido para las empresas que operan en el transporte de mercancías por carretera. A esta conclusión llega el Informe de la consultora Internacional A.T.Kearney que razona sus conclusiones y las sustenta en que los costes relacionados con el transporte de las mercancías se elevan como consecuencia: de la inflación que genera el alza de los salarios, por el aumento del precio de los carburantes, por las normas y regulaciones que restringen el horario de los conductores y por la congestión de las carreteras y el pago por uso de infraestructuras en la Unión Europea.
La Asociación de Transporte Internacional por Carretera (Astic) y la Asociación Española de Empresarios de Transporte bajo temperatura dirigida (Atfrie), han dirigido una carta a Magdalena Álvarez, ministra de Fomento, para solicitar se aprueben medidas para el transporte equiparables a las que van a percibir los agricultores. No cabe ninguna duda que la enorme cosecha destruida tendría que haber sido transportada en nuestros vehículos en general y de forma muy especial en los frigoríficos. Ello da lugar a una tremenda disminución de la actividad de nuestro Sector, amenazando la supervivencia de nuestras empresas y de los puestos de trabajo de sus empleados.
Por otra parte, la pérdida de un cuantioso volumen de viajes va a provocar un incremento importantísimo de la oferta de transporte con la consiguiente caída de los precios. Éstos se encontraban ya en los umbrales de la rentabilidad antes de esta catástrofe, por cuanto no habían sido capaces de repercutir en los mismos los elevados incrementos del precio de los combustibles producidos a lo largo del año 2004, así como las tasas por el uso de infraestructuras.
