Hoy en día ya podemos afirmar que todos los fabricantes de vehículos diésel han llegado a la conclusión de que es imprescindible el uso de AdBlue® para cumplir las limitaciones impuestas en materia de emisiones NOx. Algunas marcas han optado por combinar otras tecnologías adicionales como las trampas NOx y los sistemas EGR, pero todo girará en torno a un sistema SCR, que utiliza AdBlue® como agente reductor.
Cabe resaltar que para que la tecnología SCR resulte realmente limpia y eficaz es necesario que los consumidores sigan unas pautas de uso. Esto no solo ayudará a mejorar el medioambiente sino que reducirá las averías de los sistemas de tratamiento de gases de los vehículos y evitará las correspondientes sanciones por incumplimiento de la normativa medioambiental.
Los peligros de la baja calidad
Uno de los riesgos asociados al uso de AdBlue® es que los efectos nocivos de usar un producto de baja calidad no se hacen visibles hasta pasados varios meses, incluso años, cuando el catalizador empieza a fallar o cuando el sistema SCR se atasca por la cristalización de la urea, que compone el AdBlue® en un 32,5%. Estas averías, que no se encuentran cubiertas por la garantía del vehículo, además de resultar costosas, requieren la paralización del vehículo varios días.
Por otro lado, algunos fabricantes están aumentando el consumo de AdBlue® para asegurar que cumplen holgadamente las cada vez más restrictivas pruebas de emisiones. "Esto hace que los sistemas SCR tengan una mayor carga de trabajo y que los problemas asociados al uso de determinados tipos de AdBlue® se hagan patentes más temprano", advierten desde Fertiberia.
No todos los AdBlue® son iguales
Para evitar todos estos problemas y asegurar que el sistema SCR funciona correctamente durante más tiempo es importante saber qué AdBlue® compramos y qué garantías nos aporta cada una de las marcas.
En sus orígenes, la tecnología AdBlue® se desarrolló de la mano de los fabricantes de vehículos pesados y los grandes productores de urea. "Para conseguir un producto de alta calidad, sin contaminantes y con un alto índice de disolución es necesario partir de la urea en estado líquido. Solo las empresas que producen AdBlue® de forma integrada pueden asegurar que disponen del producto tal cual se ideó en sus orígenes", aseguran los responsables de la compañía. En el caso de España, "el único fabricante que cumple este requisito es Fertiberia" porque, según destacan sus responsables, "es el único productor de urea en la Península".
"Cuando ésta era la única forma de producción disponible, era posible relacionar la marca AdBlue® con calidad. Sin embargo, a medida que el mercado ha crecido, la comercialización del AdBlue® despertó el interés de otras empresas que, aunque no tenían acceso a la urea liquida, se atrevieron a montar pequeñas plantas de dilución para producir AdBlue® a partir de urea sólida importada", explican desde Fertiberia.
Lo que en un primer momento parecía una alternativa al proceso de fabricación industrial habitual, "ha terminado por ser la fuente de la mayoría de los problemas en los sistemas SCR", afirman. Este tipo de proceso de producción puede llegar a dar un AdBlue® que cumple las especificaciones, "pero al tratarse de un producto obtenido de la dilución de un sólido, tiene una mayor tendencia a recristalizar que el que se obtiene a partir de urea líquida. Esos cristales son los que se terminan acumulando en los depósitos de AdBlue®, atascan los inyectores del SCR y dañan el catalizador", advierten.
Según Fertiberia, otro de los problemas comunes de este proceso de fabricación es "la presencia de impurezas en el AdBlue® surgidas de la mala manipulación de la urea sólida y el uso de sistemas de purificación de agua deficientes".
Por eso recomienda conocer el origen del AdBlue® que se consume y "no dejarse guiar únicamente por la certificación VDA y la marca AdBlue® porque no todos son iguales y una mala elección tendrá, a la larga, un coste para el vehículo", alertan.
¿Cómo verifico la calidad de mi AdBlue®?
La mejor forma para asegurarse que el AdBlue® cumple las especificaciones técnicas y que ha sido fabricado a partir de urea liquida es preguntar al proveedor y solicitar un certificado de análisis de cada uno de los lotes servidos. "Este es otro punto que nos dará una indicación clara de si el producto que compramos cumple con lo que buscamos ya que cada lote de producción debe ser analizado y validado por un laboratorio acreditado antes de ser entregado. Si el proveedor no es capaz de facilitar esta información y se limita a acompañar sus entregas con un certificado de conformidad, nos está dando a entender que no ha analizado el AdBlue® con anterioridad y que su calidad no puede ser asegurada", detallan desde Fertiberia.
"El número de averías en los sistemas SCR va en aumento y con la proliferación de fuentes de suministro en base a la dilución de urea sólida, cabe esperar que dicha tendencia se mantenga", aseguran los responsables de la compañía. Por eso es importante que el consumidor sea consciente de las diferencias entre los distintos tipos de AdBlue® que hay en mercado y las repercusiones que su elección tendrá sobre sus vehículos. Del mismo modo que es aconsejable utilizar aceites y lubricantes de calidad para alargar la vida útil de los motores, la elección del AdBlue® ha pasado a ser un punto clave en el mantenimiento diario.
La salud de tu camión está en juego
Fertiberia recomienda utilizar AdBlue® elaborado a partir de la urea en estado líquido.
