Esta obra, incluida dentro del proyecto Redsur, tendrá cuatro carrilles y un trazado de 11,5 kilómetros, y requerirá una inversión de 100 millones de euros. Las estimaciones realizadas prevén un tráfico de 40.000 vehículos diarios. Los estudios realizados por la Consejería de Transportes e Infraestructuras, que dirige María Dolores de Cospedal, revelan la necesidad de prolongar la autovía M-407 desde Loranca, en Fuenlabrada, hasta la M-404, casi en el límite con la provincia de Toledo, en Serranillos del Valle, para crear así un gran eje hacia el sur, que complemente los actuales de las carreteras de Extremadura, Toledo y Andalucía.
La nueva gran autovía se convertirá en una alternativa para todos aquellos madrileños que quieran trasladarse hacia el Sur, además de suponer otro gran acceso a la capital que canalizará parte del tráfico que recogen actualmente las grandes carreteras nacionales.
Esta carretera se enmarca dentro del proyecto Redsur, la malla de 81 nuevos kilómetros de carreteras con las que el Gobierno regional vertebrará el sur de la Comunidad, un proyecto que ya se está convirtiendo en una realidad gracias a las inversiones aprobadas por el Ejecutivo que preside Esperanza Aguirre. Dentro de Redsur, el Consejo de Gobierno ya ha adjudicado las obras para ampliar la M-506 hacia la carretera de Valencia, creando una nueva conexión Sur-Este. Además, el Consejo de Gobierno ya ha aprobado la expropiación de los terrenos para construir la nueva carretera M-410, la mayor obra de Redsur, y la nueva M-419, una vía de 8 kilómetros paralela a la carretera de Toledo que descongestionará el tráfico en los polígonos industriales del Sur.
