El RACE considera necesarias medidas para controlar los excesos de velocidad en las carreteras a través de controles, siempre y cuando estos sean fijos, estén señalizados y, una vez cometida la infracción, se proceda a la identificación del conductor, ya que este dato va a ser fundamental de cara a una correcta aplicación del carné por puntos. También es importante señalar que la labor educativa de la denuncia aumenta cuanto más breve sea el plazo de notificación, ya que si un conductor recibe la sanción en su domicilio al cabo de unos meses se pierde el carácter educador y preventivo que se pretende.
Asimismo, el Race cree imprescindible que la instalación de estos radares no sólo se realice en las vías principales, sino también en las carreteras de la red secundaria, ya que los informes sobre siniestralidad en carreteras elaborados por esta entidad demuestran la existencia de un alto número de puntos negros en estas vías.
Por otra parte, la experiencia demostrada en otros países apoya este tipo de medidas preventivas, que se refuerzan con labores formativas y educativas cuya finalidad es el cambio de conducta de los conductores ante los factores de riesgo, como el alcohol, la velocidad o la falta de uso de los sistemas de seguridad en el vehículo.